Goteras judiciales
Una vez más, los sedicentes informadores de la maquinaria prisaica, en su vertiente más vulgar, asquerosa, vomitiva e insensible, han irrumpido en los informativos de todo el país con las filtraciones hechas a la Cadena Ser (no podían ser otros), que recogen las conversaciones de los medios de emergencia y la torre de control de Barajas, durante aquel día de agosto en el que se produjo el terrible accidente del JKK5022. También se permiten la indecencia de transcribir los diálogos de cabina; incluso las últimas palabras que tuvo el segundo de abordo con su novia (vía móvil).
Pero no, no creamos que todo esto es pura coincidencia. Estas filtraciones han visto la luz justo el día en el que los TMA´s declaraban ante el juez; se han vertido como música de fondo del circo en el que se convierten todos los procesos judiciales en este país. Ahora ya tienen lo que querían: una opinión pública especulando sobre lo que pudo ocurrir y, lo que es peor, un montón de expertos aeronáuticos, sin escrúpulos, señalando con el dedo y acusando gracias a unas transcripciones (a mi juicio incompletas) no aptas para profanos en el tema.
Por el momento, el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) “va a emprender las acciones judiciales oportunas y denunciará este hecho ante las autoridades aeronáuticas tanto europeas como internacionales”, según indicaban en la nota de prensa hecha pública ayer mismo.
En cualquier caso el daño está hecho, y tanto el responsable de las filtraciones como los responsables de su publicación seguirán en sus puestos de trabajo, frotándose las manos por tamaña gesta en pro de la libertad de información.
Y es que, en esta república bananera en la que nos hemos convertido, a muchos se les llena la boca con eso de la libertad de información, pero se pasan por el arco del triunfo el derecho a la intimidad.
Estamos tan acostumbrados a este tipo de vulneraciones que ya lo permitimos sin rechistar; incluso los hay que exigen la difusión de conversaciones, como las del registrador de voces de la cabina del JKK5022, para que todos podamos saber qué fue lo que realmente ocurrió.
A ver si nos damos cuenta de una vez que gran parte de la población no estamos capacitados para asumir cierto tipo de contenidos, y que para juzgar, analizar, investigar y explicar están los jueces y los expertos.
A ver, si de una puta vez, aprendemos a quejarnos en este país, y exigimos a quien corresponda, el rigor, la imparcialidad y la limpieza en casos como el del accidente de Barajas, por poner un ejemplo.
Por cierto, Sr. Blanco, ¿tiene usted algo que decir, o la nube volcánica le genera interferencias en sus equipos de comunicación?
0 comentarios